En nuestro día a día tenemos pocos momentos para parar, relajarnos y disfrutar de nuestro cuerpo. Nuestros hijos no quedan libres de éste “mal”.
El masaje en los pies mejora nuestra conciencia corporal; nos ayuda a darnos cuenta de qué no somos sólo lo que pensamos sino que también somos un cuerpo pensante y “sintiente” con muchas sensaciones que buscan ser escuchadas.
Además el contacto físico con nuestros hijos favorece nuestra relación familiar y personal a la vez que relaja el sistema nervioso de ambas partes.
Los pies tienen la característica de ser una zona donde se reflejan órganos y entrañas. Eso quiere decir que a través del estímulo/masaje de determinadas zonas podemos beneficiar o influir en ciertos sistemas: respiratorio, digestivo, musculo-esquelético, hormonal, circulatorio,… Además los pies tienen una fuerte conexión con el sistema nervioso central por lo que es un muy buen tratamiento para calmar este sistema tan habitualmente alterado en estos días. Es un masaje a prueba de los más inquietos.
Los beneficios del masaje se multiplican al trabajar esta zona. Para creer, probar!
Haced la prueba de masajear los pies de vuestros hijos, los de que por edad y ganas se dejen, claro; por la noche antes de dormir o en un ratito que encontréis mientras veis la tele o escucháis música, seguro que hay un momento.
Ya sé que muchas veces, de cansancio, desearíais que os lo hicieran a vosotros, y podéis pensar “sólo me falta tener que hacerle un masaje en los pies” pero ya veréis que también os ayudará a relajaros a vosotros si lo hacéis con amor y ganas. Os podéis dejar llevar por vuestra intuición al realizar el masaje para disfrutarlo más intensamente, poco a poco ya iréis integrando los conocimientos. Además de la gratificación de poder ver al cabo de poco instantes la cara de relajación de vuestros hijos. Y quien sabe, como se predica con el ejemplo, quizá algún día os sorprendan y seáis vosotros/as quiénes recibáis el masaje.
¿Para qué sirve la reflexología podal?
Es un muy buen método de prevención de enfermedades y trastornos leves por su acción de estimulación global sobre todo el organismo.
Si practicamos habitualmente reflexología podal en en nuestros hijos y/o en nosotros mismos, estimularemos su/nuestra energía vital y haremos que su/nuestro organismo esté más capacitado para luchar frente a virus, bacterias, estímulos estresantes,…
Para una acción preventiva se aconseja realizar el masaje en los pies un par de veces a la semana, si alguna semana no se pueden dos veces pues una vez mejor que nada, por supuesto, y si alguna semana no podemos hacerlo por lo que sea lo retomamos a la siguiente o cuando podamos. Cuanta más frecuencia mejores resultados.
¿Cómo se realiza un masaje en las zona reflejas de los pies?
- nos aplicaremos en las manos un poco de aceite vegetal o vaselina en las manos.
- friccionaremos bien todo el pie para calentarlo y prepararlo para el masaje (primero un pie y luego el otro mientras tapamos el primero con una toalla)
- presionar tres veces la zona del plexo solar para regular la respiración (podemos hacerlo en los dos pies a la vez)
- si queremos realizar un masaje preventivo o relajante masajearemos todo el pie, presionando con la punta del dedo pulgar de nuestra mano en las zonas reflejas que corresponden a los órganos (según mapa anexo). Cómo las zonas reflejas están por todo el pie, simplemente iremos masajeando a nuestro aire e intuición.
- si buscamos ayudar a mejorar un trastorno, seleccionaremos las zonas que queremos tratar dependiendo de nuestro objetivo (por ejemplo mucosidad: nariz, senos craneales, zonas linfáticas superiores, pulmón,…) En caso de duda trataremos todo el pie.
- Para finalizar volveremos a presionar la zona del plexo solar durante tres respiraciones, y pondremos unos instantes nuestras palmas sobre las plantas de los pies.
¿En que les puede ayudar a nuestros hijos la reflexología podal? (por etapas):
- de 0 a 3 años: cólicos del lactante, dentición, estreñimiento, mocos, bronquitis, estimulación del sistema inmunitario en general.
- de 4 a 7 años: relajación, insomnio, enuresis, alergias, sistema inmunitario.
- 8 a 12 años: trastornos digestivos, relajación, contracturas musculares, estimulación y refuerzo general del organismo.
- 13 a 17 años: regulación hormonal, relajación, ayuda en la eliminación de toxinas, refuerzo digestivo, rigidez de la nuca, estimulación de los ojos.